5 de abril

Sí pues un año más del DISOLVER, DISOLVER!
Ahora que lo recuerdo diré, aunque con verguenza, que fuí, aunque joven-tenía 20 años-, uno de los que pensó que la decisión de Fujimori era la más acertada.
La institucionalidad se fue al carajo y había quienes creían -como YO- que ésa era la solución para frenar al cada vez más amenazante terrorismo así como solucionar la crisis económica legado por Alan "Damián"...
Había que decir que el Congreso de ese entonces era cuestionado también, así que la percepción de apoyo a las medidas del fujimorismo eran respaldadas por un grueso sector de la opinión pública.
Una gran mayoría cayó en la cuenta que la medida era positiva para el país.
Con el paso de los años entendí que efectivamente no era necesario tomar esas medidas extremas, dictatoriales o autoritarias para gobernar un país que ya le había dado su respaldo en las urnas. Claro "el Chino" quería tener mayoría en el parlamento para gobernar a sus anchas. Tras el Congreso Constituyente Democrático, Nueva Mayoría Cambio 90 obtuvo lo que quizo, pero sobretodo lo obtuvo el siniestro y ladrón asesor Montesinos.
Sí, yo fui uno de los que apoyó el autogolpe que dió paso a la llamada dictablanda.
Me arrepiento, claro que sí. Tiempo después entendí que lo que dice la mayoría no es necesariamente acertado o sensato.

Fujimori: Sentencia cantada

A estas alturas las cosas estan practicamente dichas en el juicio seguido contra Alberto Fujimori. Eso lo presume hasta el acusado ex mandatario, quien en su autodefensa prefirió dar un discurso político antes que argumentar o brindar razones del por qué se considera inocente. El trabajo paralelo ejercido por un grupo sanguinario como Colina ya le pesa al ex jefe nominal del SIN Julio Salazar Monroe a quien condenaron a 35 años, aunque falta ver si se ratifica su sentencia. Siendo congruentes, Fujimori tendría que barajar una condena no mayor de 30 años, pese a que le disguste a un gran sector del empresariado que apoya y recuerda de buen agrado al ciudadano peruano japonés.
En el ámbito judicial prácticamente está derrotado, en el plano político tiene un escenario por jugarse, el del 2011.
Para entonces, Keiko ya será madre de su segundo hijo, a quien podría llamar Alberto -de ser varón claro está-, según me confesó en una entrevista. De Keiko se conoce su afán de indultar ipso facto a su padre, en tanto, mientras estén los apristas en el poder, es previsible que seguirán las presiones al poder judicial, está vez en la segunda instancia a la que se elevaría el caso por efectos de la cantada apelación. Ahí qué se puede cocinar en un poder del Estado dominado por magistrados apristas.
En tanto obviamente, seguirán las facilidades y comodidades a nivel penitenciario.
Por ahora Fujimori tiene tele y clases particulares de pintura para plasmar ese escenario político que tanto anhela.